A la hora de adquirir un loro como animal de compañía, la primera decisión que tenemos que tomar es qué loro vamos a comprar, pero la segunda es qué tipo de jaula vamos a proporcionarle.
Muchos dueños de loro se sienten terriblemente mal por tener a su ave cerrada en una jaula y prefieren los stands o perchas. Hay que decir a este respecto que el sentimiento de prisión que la jaula proporciona es exclusivamente nuestro, no del loro. La jaula en realidad ofrece un espacio perfectamente delimitado, donde el loro se siente seguro y al que él considera su territorio y en el que se encuentra bien.
Personalmente me da mucha pena, especialmente con los loros salvajes, cuando los dueños se empeñan en tener que sacarlos de la jaula a la fuerza ya que el loro no quiere salir bajo ningún concepto. Esto es normal, él se siente seguro ahí dentro y no necesita salir para nada.
Es exclusivamente el dueño el que siente complejo de carcelero y necesita sacar al loro para sentirse bien consigo mismo. Por otro lado, hemos de decir que los barrotes de la jaula ofrecen una posibilidad de juego fantástica al permitir que el loro trepe por ellos, se cuelgue, se balancee, los pique, etc…
En cuanto a las perchas, también tienen sus ventajas y sus inconvenientes. Como ventajas diremos que son muy cómodas de manejar ya que tanto la limpieza como el acceso al loro son muy fáciles. Además hemos de decir que contribuyen a que las plumas del loro tengan un aspecto magnífico (especialmente cuando hablamos de loros con largas colas como los guacamayos) ya que no existe el rozamiento de las plumas con los barrotes.
En cuanto a los inconvenientes, podemos mencionar el hecho de que son mucho más aburridos para el loro (con el consiguiente riesgo de que el loro sufra importantes taras psicológicas como el picaje), son mucho menos seguros que las jaulas ya que en cualquier momento el loro puede escaparse de ellos con el consiguiente riesgo para él y para los muebles de la casa, etc…
La elección de la jaula correcta tiene una gran importancia. Primero porque de ello dependerá que nuestro loro tenga las condiciones necesarias para ser feliz y segundo porque dependiendo del tipo de jaula que elijamos, las tareas diarias de limpieza, sacar el loro, etc… pueden ser muy fáciles o muy difíciles.
En el mercado encontramos una gran variedad de jaulas y perchas de todos los colores, formas, tamaños y precios. Desgraciadamente algunos fabricantes diseñan sus modelos con criterios exclusivamente económicos y sin pensar en absoluto en el bienestar del loro ni del dueño, y nos ofrecen jaulas que no cumplen en absoluto los requerimientos mínimos.
Así encontramos jaulas de dimensiones completamente inaceptables en las que el loro casi no puede moverse, que tienen una puerta por la que a penas cabe un loro y desde luego no cabe si tiene que ir de pié encima de una mano, palos de madera con extremos de plástico que el loro se come a la media hora de estar en la jaula, comederos de plástico, jaulas en las que no se prevee la posibilidad de poner un palo para que el loro se pose, etc…
En cuanto a las perchas diremos que existen básicamente dos tipos. Por un lado se encuentran las que consisten solamente en un pie con una bandeja y un palo para que el loro se pose. Y por otro lado, encontramos ya perchas que vienen provistas de aros, escaleras, juguetes, etc… permitiendo a loro hacer bastante ejercicio. Las primeras no deberían usarse como vivienda habitual para el loro ya que son el origen de un sin fin de problemas psicológicos al ser absolutamente aburridas y no ofrecer la posibilidad de jugar.
Estas perchas se pueden usar exclusivamente cuando el loro vive habitualmente en una jaula, pero queremos una percha para ponerlo un ratito mientras hablamos por teléfono o vemos la televisión. El otro tipo de perchas, con juguetes, aros, etc… Son perfectamente válidas para tener el loro en ellas. Básicamente exigiremos a la percha lo mismo que a la jaula.