Una de las características más atractivas de los loros es la capacidad de imitar sonidos, incluida la voz humana. Todas las especies de papagayos tienen esta habilidad, aunque por supuesto algunos están mucho mejor dotados que otros.
La diferencia entre un loro hablador y otro que habitualmente no lo es, es la facilidad con la que aprenden a repetir los sonidos y el vocabulario que llegan a adquirir. Por ejemplo un loro gris o un amazona de nuca amarilla pueden perfectamente alcanzar vocabularios de hasta 300 palabras incluyendo cantar canciones, frases enteras, contar los números, etc., mientras que otros loros menos dotados raramente llegan a decir más que su nombre, el de su dueño y hola. No olvide que el habla es solo una de las características de los loros, que hay muchas más que pueden dar tanta o más satisfacción que esta.
Es mucho más interesante tener un ave afectuosa, que juegue con todo el mundo, que no grite demasiado, aunque su capacidad para hablar sea limitada, que tener un loro que nos cuente su vida en verso pero que sea un intratable.
También hay que reseñar que la capacidad de aprender está directamente relacionada con la necesidad que el loro siente de tener al dueño cerca. En la mayor parte de los casos, los loros hablan porque descubren que el dueño se muestra muy contento y le felicita cuando imita un sonido que para él es como otro cualquiera de los que repite. Si el loro quiere llamar la atención de su dueño repetirá este sonido con más frecuencia y aprenderá otros similares.
Es por esto que la mayor parte de los loros no hablan cuando el dueño está con ellos, sino cuando sienten que el dueño está alrededor pero no les está haciendo caso. Evidentemente, cuando hablan hay que felicitarles y agasajarles para potenciar el que lo hagan con más frecuencia. La capacidad para hablar es directamente proporcional al interés que nosotros le pongamos a nuestro loro.
La lista incluida en las imágenes de la página (1-7) es la de las especies que nosotros consideramos mejor dotadas para el habla. Esto significa que la mayor parte de los pichones criados a mano de estas especies repite alguna palabra normalmente aunque no significa que los otros loros no puedan hablar o que uno de una de estas especies tenga que hablar obligatoriamente.