La ultima decisión

Polluelos de cacatúa

Polluelos de cacatúa

Una vez hemos decidido la especie de loro que queremos, la segunda duda que nos surge es qué tipo de loro comprar. Podemos elegir entre:

  • Pichones papilleros,
  • Pichones criados a mano ya destetados,
  • Pichones criados por sus padres
  • Loros adultos

Cuando lo que queremos es una mascota, es decir, queremos un ave para relacionarnos con él obviamente la cría a mano da muchas facilidades para conseguir esta relación.

Cria a mano…

La cría a mano de los pichones es un arma muy poderosa que tenemos las personas para quitarles a los loros el miedo que sentirían de una manera innata hacia nosotros. Para un loro, el ser humano es el enemigo más peligroso que puede encontrarse y mediante la cría a mano, conseguimos acostumbrarlos a nosotros y que deje de vernos como a un enemigo para vernos como un compañero más. Esto hace que nosotros nos inclinemos mucho más por un loro criado a mano que por un loro criado por sus padres y por supuesto muchísimo más que por un loro salvaje. Por supuesto que en todos los casos es posible construir una relación con nuestro pájaro, pero los loros que no han sido criados a mano van a ponérnoslo mucho más difícil e incluso en muchos casos nos resultará imposible si el loro está demasiado asustado o el dueño no tiene la capacidad para ganarse su confianza.

Contrariamente a lo que se suele decir, el hecho de dar papillas no da puntos a la hora de ganarnos la relación a largo plazo con nuestro loro. Los pichones de loro, una vez independizados de sus padres lo que saben instintivamente es que sus padres van a expulsarlos de su territorio. No tienen una relación materna como la nuestra que dura toda la vida. Una vez expulsados por sus padres, estos pichones se juntarán en bandos donde tendrán que luchar por una jerarquía y en estas luchas se decidirá quién esta por encima y quién está por debajo. Los ejemplares dominantes se vuelven unos auténticos tiranos con los que están por debajo de ellos en esta escala jerárquica y eso será exactamente lo que harán con la familia humana con la que conviven.

Cuando los pichones criados a mano llegan a una cierta edad (8 a 12 meses en el caso de yacos o amazonas, 18 a 24 meses en guacamayos, etc.) observamos un empeoramiento en su comportamiento. El pichón nos va a retar, nos va a poner a prueba y es en este momento cuando se decidirá la relación que vamos a tener con ellos. Todas las personas que hayan sido capaces de demostrar autoridad, de quedar por encima de ellos en esta escala  jerárquica tendrán un loro cuando menos respetuoso. Los que queden por debajo, tendrán muy probablemente que dejar de relacionarse con él ya que el pájaro se volverá caprichoso, exigente y “picón” con ellos.

Matar un pichón es tan fácil como darle una papilla un poco más caliente de lo normal.

Ivan Robles

Por otro lado, la cría a mano de loros es complicada. Es una experiencia muy bonita cuando se hace bien y no hay problemas, pero cuando estos surgen, se puede volver una auténtica pesadilla. Lamentablemente la gente que no tiene experiencia, puede cometer muchos errores o tardar mucho tiempo en detectar los problemas y con frecuencia para cuando el dueño se da cuenta de que algo ocurre, ya es demasiado tarde y el pichón acaba muerto. Matar un pichón es tan fácil como darle una papilla un poco más caliente de lo normal.

Además, es importante que el criador tenga la oportunidad de comprobar que el loro que va a vender se desarrolla con normalidad tanto física como psicológicamente y vendiéndolo demasiado pequeño esto no es posible.

 Ultima etapa…

Grupo de LorosEn las últimas etapas de cría nuestros pollos son soltados en voladeras donde conviven con loros “tutores” adultos que les enseñan a volar, a comer y a comportarse como lo que son , loros: Con esto buscamos loros mas equilibrados y que sepan relacionarse con personas y con otros loros.

La mejor opción a la hora de adquirir un loro, es un pichón joven, criado a mano pero ya destetado.

Aparte de todo lo explicado, el destete es sin duda alguna la etapa más complicada de pasar de toda la cría a mano. Es un momento en que el criador tiene que decidir hasta donde es correcto presionar al pichón para que deje de depender de la papilla y empiece a comer solo, o cuando hay que dar marcha atrás y volver a alimentarlo. Al final es un tira y afloja en el que el pichón lo pasa mal y el dueño con frecuencia peor. Por otro lado, es un momento en el que se produce un enorme aprendizaje. El pichón tiene que aprender de otros loros a relacionarse, a jugar, a comportarse como un loro, a comer, etc. No es correcto en absoluto que una cría tenga que pasar esta etapa separada de otros loros en el salón de la casa de nadie.

Siendo las cosas así, desde mi punto de vista, la mejor opción a la hora de adquirir un loro, es un pichón joven, criado a mano pero ya destetado, al que se le ha dado tiempo de madurar lo suficiente y que ha pasado por un destete lento, dándole tiempo a adaptarse a las nuevas circunstancias, destetado en compañía de otros loros. Así las cosas, la edad para poder adquirir un guacamayo o una cacatúa nunca debiera tener menos de 6 meses, y para loros medianos tipo yacos, amazonas o pionus, no debieran tener menos de 4 meses.