El dicho «somos lo que comemos» es totalmente cierto, ya sea en personas como en aves. Se ha observado que en muchos casos hay una relación directa de la dieta del ave con problemas de comportamiento. Así pues, podemos observar agresividad, picaje y otras alteraciones comportamentales en aves que no están correctamente nutridas. En estos casos el simple hecho de cambiar la dieta puede resolver el problema que sufre nuestro loro.
Es cierto que falta mucho por saber de este tema. Las dietas de los loros en libertad no son 100% conocidas, por lo tanto es difícil acertar cuáles son sus parámetros nutricionales exactos para que todo vaya a la perfección al igual que la mayoría de ingredientes que forman parte de su dieta son muy difíciles e incluso imposibles de conseguir en nuestro país. Además, cada especie de loro tiene un ecosistema concreto con una nutrición concreta y es por ello que los piensos comerciales que hoy en día se comercializan no resultan totalmente apropiados, ya que no cubren las necesidades de cada una de las especies que se mantienen en cautividad.
Vamos a ver cuáles son los problemas asociados a la dieta que nos podemos encontrar:
GRITOS Y AGRESIVIDAD RELACIONADOS CON LA DIETA
Es un problema observado en loros sudamericanos, como guacamayos, amazonas, conuros, pionus y pionites. Típico de loros que solo se alimentan de semillas, aunque el origen del problema es por desgracia, desconocido. Una posible explicación para esto es el balance de ácidos grasos que se encuentran en las semillas que los loros toman en cautividad, que puede ser muy diferente de aquellas que consumen en su hábitat natural. Otras hipótesis son las deficiencias nutricionales (proteínas, vitaminas, etc.), la contaminación por pesticidas u otros contaminantes de las semillas y la poca variedad de semillas consumidas (tengamos en cuenta que muchos loros seleccionan en la mixtura solo lo que les gusta más, desperdiciando el resto). Otra hipótesis, teniendo en cuenta que se trata de especies que naturalmente pueden ser agresivas en su madurez sexual, es el exceso de calorías presentes en las dietas ricas en semillas, que hacen que el ave esté sexualmente activa.
Lo cierto es que cuando cambias su dieta a fruta y verdura fresca, reduciendo considerablemente la cantidad de semillas, dichos comportamientos mejoran. El problema es cuando se trata de aves viejas, alimentadas toda la vida con pipas ya que es complicado introducir nuevos alimentos en su dieta.
RELACIÓN PICAJE Y DIETA
El picaje de las plumas es uno de los problemas que más preocupa a los propietarios de los loros. El picaje puede tener múltiples causas, infecciosas, parasitarias, alimentarias, alérgicas y comportamentales.
Se ha observado una relación entre los colorantes alimentarios y los aditivos de los piensos extrusionados y el picaje. No entraremos en marcas comerciales, pero aquellas que contienen colorantes artificiales y otros aditivos como el Butilhidroxitolueno (BHT) son las más propensas a producir cuadros de picaje en las aves. Por lo tanto, cuando escojamos un pienso evitaremos ambos componentes para reducir al máximo el riesgo. Sin ir más lejos, hay diversos colorantes alimentarios que están prohibidos en la alimentación humana pero están permitidos en la nutrición animal. Por algo será.
Algunos de los colorantes causan alergias, tanto en humanos como en animales. Estas alergias pueden ser causa de picores y picaje de las plumas. Los colorantes amarillos son los que más problemas de alergias tienen reportados, ya que quimicamente son moléculas orgánicas complejas, de gran tamaño. Se ha observado que incluso son causante de alteraciones comportamentales, como hiperactividad.
Otros problemas asociados a los piensos, es la pérdida de nutrientes durante el procesado. Se sabe que el proceso de extrusionado destruye ácidos grasos esenciales, enzimas y vitaminas necesarias para la correcta nutrición del loro. Y esto tiene repercusiones a nivel de salud. Esto también ocurre si alimentamos al loro con alimentos procesados (cocinados) como verduras y legumbres cocidas.
Esto, ni mucho menos quiere decir que los piensos coloreados son tóxicos. Simplemente pueden producir reacciones alérgicas en algunos ejemplares, manifestándose en forma de picajes entre otros, aunque es cierto que las alergias son poco frecuentes en aves. Se sospecha que los eclectus son especialmente sensibles a los aditivos y los colorantes artificiales. En ese caso, realizaremos un cambio de dieta para solucionar el problema. Pero siempre es mejor un pienso natural, poco procesado que un pienso extrusionado con colorantes.
AUTOMUTILACIÓN Y DIETA
Mucho más preocupante que el picaje de las plumas, es la automutilación. Este proceso consiste en que el psitácido se daña la piel, e incluso la musculatura pudiendo causarse hemorragias. Esto se produce especialmente en el pecho, debajo de las alas y los dedos y tiene muchas causas posibles, entre ellas alteraciones nutricionales.
Este problema es especialmente reportado en cacatúas blancas y en cotorras argentinas, aunque en estas últimas suele tratarse de un problema multifactorial, involucrando problemas hepáticos y infecciones del buche.
La presencia de alérgenos en la dieta puede ser una causa predisponente a la automutilación. La falta de proteína también puede ser una causa de automutilación, ya que algunas especies como la cotorra argentina pueden consumir insectos en su hábitat natural como sumplemento dietario y fuente proteica. También se ha reportado automutilación en cacatúas de las Molucas con dietas bajas en proteína, aunque se desconoce la fuente proteica que consumen en la naturaleza.
ROTURA DE PLUMAS Y RELACIÓN CON LA DIETA
La rotura de plumas en crecimiento es frecuente en loros mal recortados, que se dan golpes frecuentemente rompiendose las plumas y causandose hemorragias. Se trata de un problema principalmente de los loros africanos (yacos y Poicephalus, concretamente youyous y jardineros) que en libertad tienen una dieta rica en grasas y proteína. Las deficiencias nutricionales junto a un mal manejo hace que estas aves se den golpes y que les ocasionen daños en las plumas.
La dieta debe ser rica en proteína, ácidos grasos esenciales y debe contener mucho alimento fresco para que las plumas crezcan correctamente en estas especies. En ocasiones es incluso necesario suplementar la dieta con alimento de origen animal, como el huevo cocido.
En resumen de todo lo escrito hasta ahora, podemos sacar algunas conclusiones:
– Hay una relación directa entre la nutrición del ave y el comportamiento de la misma.
– Una alimentación desequilibrada puede producir alteraciones en la salud del ave que pueden manifestarse en forma de agresividad o automutilación de las plumas o incluso de la piel.
– Los aditivos y los colorantes de los piensos pueden ser perjudiciales para las aves sensibles a ellos.
– Es mucho mejor alimentar al ave con una dieta natural bien balanceada que con una dieta comercial extrusionada.
– Cada especie tiene unas necesidades especificas. No hay que generalizar cuando hablamos de alimentación.