Las aves son animales ovíparos, es decir, nacen de huevos. Estos huevos no dejan de ser “cajas de gestación” en las que el embrión se desarrolla hasta poder ser independiente fisiológicamente. Durante esta “gestación” el embrión está relativamente aislado del exterior, aunque a través de la cáscara pasan gases, humedad e incluso agentes infecciosos. Por ello, el huevo no está totalmente protegido de las inclemencias del exterior. Los parámetros de permeabilidad a los gases, a la temperatura y a la humedad se discutirán en otros artículos. Aquí nos ocuparemos de introducir un concepto nuevo: el de la transferencia de inmunidad de los padres a los pollitos. Debemos tener en cuenta que un animal, aves incluidas, está constantemente enfrentado a agresiones de agentes externos, por la cual cosa es necesario un sistema inmune para defender el organismo de dichas agresiones.
Tipos de inmunidad
Primer de todo, una breve introducción al sistema inmune y como se organiza. Tenemos dos tipos de inmunidad: la inmunidad inespecífica y la inmunidad específica. La inespecífica se basa en una serie de células, anticuerpos y moléculas que atacan a todo agente extraño al organismo, sin discriminar. En cambio, la inmunidad específica está formada por agentes inmunitarios (células, anticuerpos, etc.) que atacan cada uno a un agente en concreto. Evidentemente un animal no puede tener inmunidad específica contra todos los agentes existentes en el universo, por lo que dicho tipo de inmunidad se basa en con qué agentes infecciosos se ha encontrado el animal. En resumen, la inmunidad inespecífica, más potente y abundante, se encarga de ayudar a destruir lo que la inmunidad específica ha detectado, a parte de encargarse de destruir lo que “inespecíficamente” considera ajeno al organismo.
Funcionamiento general del sistema inmune en aves
Cuando un animal se encuentra con un agente, su sistema inmunitario se dispara, genera anticuerpos y células inmunitarias (generalmente linfocitos y macrófagos) que, aparte de luchar contra el agente, generan una “inmunidad de recuerdo” (en forma de anticuerpos en grandes cantidades, que se quedan en la sangre una vez se ha superado la infección) que dura más o menos tiempo en función del caso. Eso hace que si el animal se encuentra en el futuro con dicho agente, su respuesta inmunitaria será más eficiente y eliminará o controlará la infección con más facilidad y rapidez.
Esto se pone especialmente de manifiesto en situaciones en las que un ave tiene que reproducirse. Tenemos que entender que los padres son adultos y su sistema inmune estará más o menos bien desarrollado, pero el de los pollitos que nacerán será totalmente inmaduro. Por otro lado, los padres y los pollitos vivirán durante un tiempo en el mismo ambiente, por lo que los agentes que afecten a los padres podrán afectar a los pollitos. Como vemos, es necesario un sistema para transferir de algún modo la inmunidad específica de los padres a sus crías, y este sistema son los anticuerpos maternales. Dichos anticuerpos se generan en diferentes órganos, entre ellos el oviducto, y pasan a través de las membranas al huevo, generando una inmunidad “de recuerdo” que refleja los agentes con los que se ha encontrado la madre en el reciente período de tiempo. De este modo, el pollito nace con la inmunidad de recuerdo de su madre. Los anticuerpos maternales también se sintetizan en el tracto digestivo de los padres, para salir con la papilla regurgitada, contribuyendo a reforzar y “actualizar” la memoria inmunológica transmitida a los pollitos.
El pollito es un animal recién nacido, que ha estado en un huevo hasta el momento, y que por tanto se ha encontrado con pocos o ningún agente infeccioso. Su inmunidad específica es innata, aunque muy débil, y luchará como pueda contra cualquier agente que detecte, pero dicho animal carece aún de ningún sistema que señale a un agente de forma específica y que genere un recuerdo para futuras ocasiones. El pollito tiene un sistema inmune muy inmaduro y requiere de la inmunidad que le ha pasado su madre a través del huevo y la que le transfiere a través de la regurgitación.
Por ejemplo, si el animal nace en el nido y dicho nido está en condiciones húmedas y calientes, en las que crecerán muy probablemente hongos como Aspergillus spp., el animal contará con las defensas que le habrá pasado a través del huevo su madre, a demás de sus defensas inespecíficas. Si tiene que estarse mucho tiempo en el nido, su sistema inmune, debido al fenómeno de la memoria inmunológica, irá centrando sus esfuerzos en luchar contra agentes del género Aspergillus spp, y no contra otros agentes con los que nunca se ha encontrado. De todas formas, su parte inespecífica del sistema inmune, aunque muy débil, seguirá “atenta” a cualquier agente extraño, sea Aspergillus u otro tipo de agente. Por tanto, la respuesta inmune será mucho más eficiente. Si en caso contrario, el animal nace en una incubadora, sólo contará con los anticuerpos que le transmita su madre durante la formación del huevo, y no con los que le transmitiría mediante la papilla regurgitada, por lo que su respuesta inmune, aunque más o menos potente, no será la óptima.
Esto se ha confirmado en repetidos estudios. Hay un estudio bastante remarcable, en el que se “vacunaba” a parejas una especie de gaviota (Rissa tridactyla) con un parásito inactivado y se valoraba la inmunidad de su descendencia contra ese parásito. Las parejas que no habían sido expuestas al parásito daban descendencia que moría muy frecuentemente de dicha parasitosis. En cambio, las parejas que habían sido inmunizadas contra ese parásito daban descendencia resistente a la enfermedad, incluso la que nacía un año después de la inmunización de sus progenitores. Eso demuestra que la memoria inmunológica puede durar bastante en función del agente infeccioso.
Incluso una exposición a un agente infeccioso durante la puesta de huevos puede dar lugar a pollitos de la misma pollada resistentes a la enfermedad y a pollitos sensibles, en función de si la puesta del huevo ha sido anterior o posterior a la generación de anticuerpos y su transferencia por parte de la madre al huevo.
Casos concretos
Caso 1)
Una pareja de Pyrrhura molinae acostumbra a hacer dos puestas al año, las dos fértiles y produciendo pollitos sanos y resistentes. El macho fallece y es sustituido por otro de dudosa procedencia. En las sucesivas puestas, los huevos eclosionan y los pollitos mueren a los pocos días. Sin tratamiento, las sucesivas puestas van siendo cada vez más exitosas, hasta llegar otra vez a unas puestas en las que la gran mayoría de pollitos sobreviven con buen aspecto y emplumamiento.
Pregunta: ¿Qué ha pasado? Porqué los pollitos morían todos en las primeras puestas y ha ido aumentando la viabilidad en las sucesivas puestas?
Respuesta: Probablemente el macho nuevo portase algún agente infeccioso, que ha pasado a los pollitos y/o ha diseminado por el nido. Los primeros pollitos, al ser sensibles y no tener inmunidad específica contra dichos agentes, han muerto. A medida que la madre ha ido inmunizándose contra esos agentes específicos, ha ido sintetizando anticuerpos y los ha transferido, cada puesta en mayor cantidad, a los huevos. Los últimos huevos han recibido una cantidad buena de anticuerpos maternales para superar la infección de forma total.
Caso 2)
Pareja de yacos de cola roja (Psittaus erithacus) que llevan tiempo juntos, poniendo huevos infértiles. Cuando por fin pone huevos fértiles y nacen algunos pollitos, el nido está muy sucio y húmedo. Los pollitos mueren a los dos días de nacer, aunque la alimentación ofrecida a los padres ha sido óptima. Un día, al cabo de pocos meses, la hembra empieza con claros signos de dificultad respiratoria y embolamiento, además de secreción nasal densa y abultamiento de los párpados. Es llevada al veterinario y se le diagnostica una rinitis y sinusitis causada por una especie de micoplasma. Es tratada y evoluciona favorablemente. El propietario da la culpa a la suciedad del nido y decide limpiarlo a fondo. A la siguiente temporada de cría, aunque el nido vuelve a estar húmedo y sucio, la hembra pone tres huevos, dos de ellos fértiles, que llegan a nacer y se destetan de forma normal, con buen peso y emplumamiento.
Pregunta: ¿Qué ha pasado? Porqué en la puesta anterior murieron todos los pollitos y en ésta han sobrevivido dos de dos?
Respuesta: La madre estaba sana en un principio. Los pollitos que han nacido en un ambiente sucio y húmedo se han infectado muy probablemente con microorganismos del tipo micoplasma y han muerto, no sin antes diseminar micoplasmas por el nido. La hembra, no habituada a encontrarse con tal cantidad de micoplasmas, pero con un sistema inmune potente, ha enfermado y se ha recuperado, quedándole inmunidad de recuerdo frente a los micoplasmas. En la siguiente puesta, los huevos han recibido abundantes anticuerpos maternales frente a micoplasmas (ya que era la infección más potente que ha tenido la madre últimamente) y han podido hacer frente a las agresiones de los micoplasmas en un nido sucio otra vez. Esto demuestra que puede haber una especie de “retroalimentación” en referencia a la inmunidad transmitida. Los pollitos se infectan con algún agente infeccioso pero no tienen suficiente capacidad inmunitaria para sintetizar anticuerpos específicos, por lo que diseminan dicho agente en el ambiente de forma masiva. Así que la madre, mediante la interacción continuada con ellos, el acicalamiento, etc. acaba “infectándose” con el agente que causa problemas en sus pollitos. Con su sistema inmune más potente, sintetiza anticuerpos que transmite a sus pollitos mediante la papilla. Así, el pollito recibe una inmunidad totalmente específica frente a los agentes que le atacan.
Caso 3)
Una pareja de Amazonas aestiva pone huevos fértiles, que son retirados por el propietario, para incubarlos en incubadora y criarlos a mano des del día 0, junto con otros pollitos de otras parejas. Esta práctica resulta tener poco éxito, pues los pollitos mueren a los pocos días de nacer. Los padres viven en una voladera con doble reja, al lado de otras parejas reproductoras, con las que comparten habitáculo, pero no pueden agredirse. Un día se introduce una hembra para un macho de Amazonas ochrocephala que reside al lado de la pareja de A. aestiva. Dicha hembra de A. ochrocephala, al cabo de tres meses, acaba resultando positiva a psitacosis, por lo que se decide retirarla y tenerla como mascota dentro de casa, aislada. A partir de ese momento, los pollitos van sobreviviendo cada vez más días, hasta llegar a tener puestas en las que todos los pollitos sobreviven.
Pregunta: ¿Qué ha pasado? ¿Por qué los pollitos pasan de morir todos a resistir casi todos después de la introducción de un animal portador de chlamydias en las proximidades de los progenitores?
Respuesta: Los pollitos que se criaban con los A. aestiva seguramente eran portadores de chlamydia e infectaban a los pollitos de la pareja en cuestión. Al entrar en contacto los progenitores de los A. aestiva con las chlamydias, se generan anticuerpos, que pasan a los huevos, cada puesta en mayor número, produciendo pollitos cada vez más resistentes a las chlamydias. (tener en cuenta que el nivel de infección que suponemos en los habitáculos de los pollitos es muy poco, pero el suficiente para matar a los pollitos sensibles).
Caso 4)
Ante el fracaso de incubación de una pareja de guacamayo militar (Ara militaris), el criador decide sacar todas las puestas en la incubadora. Los pichones nacen sin ningún problema y son criados desde el día 0 con total normalidad. A las dos semanas de nacimiento, el criador retira de sus respectivos nidos una pareja de pichones de Ara ararauna, un pichón de amazonas de cuba y tres pichones de cotorra argentina. Al cabo de unos días, dos de los pollos de militar, que tienen 3 semanas más de edad que el resto, empiezan con secreción serosa por las narinas y ojos, y respiración ruidosa. El resto de pollitos está aparentemente normal.
Pregunta: ¿Por qué los pollitos de unas especies son resistentes y los guacamayos militares no?
Respuesta: Los progenitores de Ara militaris nunca o casi nunca han estado en contacto con los mismos agentes infecciosos que el resto de parejas. Por lo tanto, los pollitos de otras especies, que han recibido anticuerpos maternales frente a una serie de enfermedades, están diseminando agentes infecciosos contra los que los guacamayos militares pollitos no están preparados. Como consecuencia mueren, ya que, aunque su sistema inmunitario esté más desarrollado que el de los otros pollitos, por tener más edad, están indefensos contra los agentes a los que los otros están inmunizados.