• Anna Berto
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Enfermedades frecuentes en criaderos

La mayoría de las enfermedades en colecciones grandes de aves son debidas a un mal manejo, realizar incorrectamente las cuarentenas, falta de sanidad, dieta incorrecta, mal suministro del agua, falta de atención veterinaria, incompatibilidad de especies y otras causas que deben ser claramente identificadas para poder ponerles solución. Cuando se trata de medicina de aviarios o colecciones no se basa solo en determinar el agente causal, sino tratar de averiguar el origen del problema para así poder corregirlo. Tengamos en cuenta que en muchas ocasiones, aparte de vidas también hay dinero en juego, especialmente si la colección es parte de un negocio o es un centro de cría del cual vive una familia (en este artículo no entraremos a juzgar la ética de la cría a gran escala, solo nos basaremos en las patologías de esta modalidad). En estos casos muchas veces se antepone la seguridad del grupo que no la del individuo en sí. Esto quiere decir, que en caso de enfermedad infecciosa incurable, como puede ser el PBFD debe considerarse el sacrificio del animal. Evidentemente son temas que deben tratarse con cautela, elaborar buenos diagnósticos y ofrecer todas las posibilidades que esten a nuestro alcance.

Toda colección de aves que se precie, ya sea mediana o grande, ya sea de pequeñas aves o de grandes psitácidas debería tener un veterinario que le lleve el control sanitario periódico. La labor del veterinario es no solo revisar a los animales, sino también las instalaciones donde están alojados, los sistemas de suministro de comida y agua y la dieta en sí. Se deben recoger muestras de heces y de sangre, para realizar análisis de rutina. Las parejas con problemas como baja fertilidad o poca supervivencia de las nidadas, deben recibir una atención especial por parte del veterinario, ya que pueden ser la base de un problema.

En pequeñas colecciones podemos encontrar infecciones bacterianas derivadas de un incorrecto manejo del agua. El agua sucia con comida o heces (con elevada frecuencia suele ser agua puesta en recipientes estancos) es un caldo de cultivo para múltiples bacterias, parásitos, protozoos y algas que pueden causar enfermedades en las aves. Estas aves pueden desarrollar infecciones subclinicas, que a simple vista no les causan ninguna alteración visible en el aviario, pero que son evidentes cuando se examina el ave más de cerca. Podremos observar la coana enrojecida, narinas aumentadas de tamaño, enrojecidas, taponadas o con descarga, placas blanquecinas en la cavidad oral, mucosa cloacal enrojecida, ave delgada (se le marca la quilla a la palpación) y otros signos poco visibles de patología. Los síntomas son muy inespecíficos, por lo tanto realizar pruebas diagnósticas resulta obligatorio.

Algunas pruebas diagnósticas recomendadas son un hemograma completo (Si el tamaño de ave lo permite) y un cultivo bacteriano/fúngico del área afectada, en caso de encontrar lesiones visibles. También se puede realizar un coprológico y un gram de las heces. El antibiograma es necesario para saber que antibiótico debemos utilizar y evitar así las resistencias. Un cultivo de heces por sí solo, sin haber examinado las aves no resulta útil ya que podemos encontrarnos falsos positivos.

Es cierto que las infecciones bacterianas son mucho más sencillas de prevenir que no de tratar. Los utensilios de las aves deben desinfectarse periódicamente y los boles de agua deben ser sustituidos por otros sistemas menos contaminables.

Aunque hoy en día hay mucha información al alcance de todo el mundo que disponga de un ordenador con conexión a internet, la malnutrición sigue siendo un problema bastante frecuente en las colecciones de aves. Ya sea por desconocimiento, por economizar gastos o dinero o simplemente por dejadez, muchas aves no reciben una dieta adecuada a su especie y su condición. Muchos criadores alimentan a sus aves solo y exclusivamente con mezcla de semillas. Algunos otros lo hacen simplemente con un pienso formulado. Muy pocos prestan atención a las necesidades nutricionales de sus aves ofreciéndoles una gama variada de alimentos combinando las semillas y el pienso con frutas y verduras. Hay que recordar, que las aves no son perros y que una colección con yacos, amazonas y eclectus no puede darle a todos sus ejemplares un mismo pienso ya que las necesidades de cada una de las especies son diferentes y de ello depende su rendimiento. También hay que tener en cuenta, que un cambio de dieta puede resultar altamente estresante. Por lo tanto, si se visita un aviario donde sus aves son alimentadas con mezcla de semillas y queremos introducir pienso, hacerlo sin revisar las aves y de forma brusca puede acabar en catástrofe, ya que las aves si no están en perfecto estado de salud, juntado al estrés del cambio, pueden llegar a enfermar y morir. Hay que seguir siempre unas buenas pautas y dejarse aconsejar por un especialista en la materia.

Polyomavirus es uno de los virus más devastadores en los criaderos de psitácidas. Aunque no llegue a afectar a los adultos, si que puede causar daños y pérdidas entre los pichones. Este virus tiene un test diagnóstico, por lo tanto es aconsejable testar a los reproductores antes de la introducción en la colección. Aunque no se puede asegurar, se dice que el periquito común es el único portador latente del virus, capaz de transmitirlo a otras especies. Aunque algunos veterinarios también afirman que las aves con PBDF o psitacosis también pueden convertirse en portadoras asintomáticas de polyomavirus, sean de la especie que sean. Evidentemente no hay nada claro respecto al tema de los portadores, pero está claro que los periquitos lo son. En algunos países se comercializa la vacuna frente polyomavirus, ponte en contacto con tu veterinario de exóticos para tener más información al respecto.

Siguiendo el hilo de enfermedades infecciosas, otras que podemos encontrar de forma frecuente en aviarios son la psitacosis (Chlamydophila psittaci), PDD (Bornavirus aviar),enfermedad de Pachecho (herpesvirus aviar, poco frecuente en nuestro país) y  PBFD o enfermedad de pico y plumas (circovirus).

La psitacosis puede estar presente en cualquier criadero, ya sea grande o pequeño, sucio o limpio donde no hay un control sanitario pertinente. La psitacosis es una enfermedad que hay que tener en cuenta, ya que es una zoonosis (contagiosa al ser humano) y puede llegar a causar síntomas graves en niños, ancianos o personas débiles. Cabe decir que los tratamientos preventivos en el agua no son efectivos, por lo tanto no se puede garantizar que los pichones están libres de la enfermedad porque sus padres han recibido el tratamiento. El diagnóstico de la psitacosis es complejo y detectar la presencia de portadores asintomáticos lo es más aún.

PDD o bornavirus aviar cada vez tiene más presencia, ya que se está investigando sobre este virus y es más facil su identificación. PDD puede afectar tanto a pichones como adultos, suele ser de carácter crónico y no tiene cura a día de hoy. Hay muchos puntos acerca de esta enfermedad que aún se desconocen.

Otro problema que nos podemos encontrar en los aviarios, aunque no es una patologia en sí es la falta de rendimiento en la cría por errores en la gestión y el manejo de los animales y las instalaciones. Por ejemplo, podemos encontrarnos que los dos ejemplares de una pareja son del mismo sexo. O que alguno de los animales sufra infertilidad, ya sea por edad avanzada, problemas infecciosos o alguna malformación congénita. Las aves también pueden no criar en caso de no estar cómodas (jaulas inadecuadas, nidos poco confortables, molestias externas, etc.). También nos podemos encontrar con parejas que no cuiden bien a los pichones.

¿Cómo hay que actuar ante un problema?

Primero hay que determinar el tipo de problema que tenemos, ya que nos podemos encontrar con varios casos:

– las aves no hacen amago de criar

– las aves ponen huevos, pero nunca llegan a nacer

– los pichones enferman o se mueren los primeros días de vida

– los pichones enferman o se mueren en la nurseria

– los adultos enferman o se mueren

Una vez tenemos identificado el problema, habrá que averiguar la causa. En ese momento es en el cual necesitaremos asistencia de un veterinario especialista en aves, ya que muchos de ellos están ligados a patologías o enfermedades infecciosas. El veterinario deberá visitar las aves y hacer las pruebas pertinentes para poder llegar a un diagnóstico y poder dar un tratamiento.

En caso de enfermedades infecciosas graves que puedan poner en peligro el resto de la colección, hay que sacar los ejemplares afectados y llegar a un acuerdo con el veterinario sobre qué hacer con ellos. En el caso de enfermedades infecciosas graves e incurables, el sacrificio está justificado.